lunes, 31 de mayo de 2010

Comentarios sobre "La Última Vuelta de Tuerca".


Recibí, hace algunos días, un correo de mi gran amigo y colega Dr. Juan Carlos Vargas B. Lo transcribo íntegro, porque es la sincera opinión de un lector, para mí algo inestimable.


"Hugo, muchas gracias por escribir la novela, me ha encantado, la disfruté mucho.Desde hace un par de semanas he querido escribirte para decirtelo; me gustó mucho.
La historia es muy buena, no pude predecir el argumento por los giros que le das; la paternidad del Characuaco, la relación entre Abi y July, el juicio,el Gambrinus... Si ví venir la paternidad de Lotario. Disfruté muchas frases, que paladee muchas veces: " le arrojó un hueso a su fiera interna", la descripción del Gambrinus, "pintado a brocha gorda..."
Me gustó mucho el personaje Chanita, me la imagino morena, fresca, inteligente, muy mujer sin llegar a la fatalidad, y me gustó mucho su papel.
También me gustó mucho Lotario, elegante ,controlado y controlador, noble, leal, me gustó mucho.
Juanito, el del bar, me parece conocido no porque yo frecuente bares, si no por la lealtad de personas que, como él,dentro de su accionar fuera de lo legal, son fieles amigos de sus amigos.
Tengo algunas curiosidades... He imaginado el origen de algunas inspiraciones de la novela... ¿Ciudad Península está inspirada ,un poco al menos, en Cartagena de Indias, Colombia?
El Characuaco , tiene origen en un conocido tuyo? porque se parece a algunos que conozco "dentro de su guayabera".
Creo que tambien he visto un par de veces al detective Marenco.
El recurso de colocar la portada de "La Gaceta Peninsular" me gustó y me hizo recordar las obras de Enrique Jardiel Poncela.
Me gustó la utilización de las " malas palabras" , equilibrado, sin abusos.
Otra pregunta: ¿cual era la canción de Sabina? ¿"La canción de las noches perdidas"?
Esto no es una crítica, es una identificación del cardiólogo que se le mete al escritor , sin abusar. Con tu relato me llevaste de paseo a la infancia tambien cuando usas figuras de hace años en nuestras vidas.
Me pongo de pie y hago una reverencia a la inmensa ternura del niño levantando al angelito caído, me anudaste la garganta y hubo un pequeño oleaje salado dentro de mi que asomó por los ojos.
Dentro de todo, tengo un reclamo que hacerte: por tu culpa , y por estar dándole vueltas a la tuerca llegué tarde un par de veces al trabajo. Pero te perdono y puedes volverlo a hacer.
Hugo, de verdad que he disfrutado mucho el libro, te felicito y envío un enoooorme abrazo de amistad y agradecimiento por tu obra.

Juan Carlos".